Despertarse, estirarse, empezar. Es bueno saber que uno puede ejecutar miles de veces la simple accion de comenzar. El "pip" de inicio de la computadora que es mi adormilado cerebro. Es bueno tambien saber que ese mismo órgano holgazan es facilmente educable y aunque digan lo contrario la rutina a veces le sienta de maravillas. Porque uno no solo se acostumbra al trabajo pesado, a los tediosos medios de transporte o a lavar los platos depues de comer sino tambien a volver a comenzar una y otra vez, a renovar las esperanzas, a darle una chance mas a lo que sea. Hay que tener la capacidad. De cierto modo, una de las cosas que me da tristeza es ver a esa gente que uno ha sabido querer bien, haciendo lo mismo dia tras dia, buscando el confort en los mismos amigos, en la misma pareja que ya no huele a nada, en las mismas calles. A ellos, que cuando me ven de casualidad se asombran y repiten una y otra y otra vez lo mucho que he cambiado desde aquellos tiempos. La realidad es que hasta hoy, no me he cansado de volver a empezar, de saber cambiar. A ellos nos los recuerdo con nostalgia. La nostalgia y la mediocridad vive en ellos. Y la seguridad les da ese halo gris del que parece nunca pueden despegarse (tampoco).